No sé ni de vasos ni de recipientes cerrados… Quiero manos abiertas como llamas… Nidos cálidos que cobijen pájaros…
Quiero agua que corra mansa… Que baje por imponentes cascadas y que, intrépida, se deslice saltarina entre las piedras calladas…
Quiero bosques inundados de hojarasca… Pinos, robles, alerces, secuoyas, eucaliptos, cipreses, lengas… Perderme entre los aromos y acariciar sus ásperos troncos… Disfrutar de los rayos del sol filtrándose entre las ramas…
Quiero altísimos y enhiestos álamos… La penumbra de tus manos, la senda hacia el dique inundada de nostalgia… La hora de los amantes, los cuerpos desnudos en la mansión olvidada…
Quiero releer a Eliot o a Camus o a Alfonsina… Pero ahora soy “otra”: ya no soy la misma… La poesía “negra” ya no me interesa, ni Trakl, ni Dostoievsky ni Kierkegaard…
Soy “otra” renacida de una nueva fuente: la luz dorada que me inunda todas las tardes ha fortalecido mi alma y la ha cambiado. Soy más pura, más positiva, más clara… en mis pensamientos, más “blanca”… en mis hechos y en mis palabras…
Quiero ir descubriendo de a poco, verdades, paso a paso, humildemente, sin prisa pero sin pausa… Sin prisa pero siempre andando… Siempre buscando… Siempre amando… Siempre soñando… Siempre creando… Siempre escribiendo… Siempre enseñando…
Quiero escuchar a los Beatles y creer que la paz es posible…
Quiero aves que revoloteen indómitas… Pero que siempre retornen… Quiero nidos cálidos que las cobijen… Quiero turquesas, zafiros, ágatas, topacios… Ópalo y ámbar… Rubíes… Esmeraldas… Piedras hijas de la tierra… …brillando en ella y no en vidrieras de lujosas tiendas. Quiero la tierra húmeda y abierta… Ver sus grietas, horadar sus surcos, sentir su olor a lluvia recién caída, olor a tierra mojada y bendecida… Que las lluvias caigan lentas y frescas y que corran cristalinas por las acequias…
Quiero dejar en la arena mis huellas… Quiero que el que espero desde siempre deposite sus pies en ellas…
Quiero sendas agrestes y recorrer el magenta del crepúsculo… Perseguir los rosados, los celestes, los ocres, los naranjas furiosos del alba y del poniente… Del nacimiento del día y del comienzo de la noche… Beber el cielo nocturno… Beber el plata de las estrellas y del plenilunio…
Caminar con la cabeza hacia arriba, mirando las nubes correr con dulces mensajes para el hombre amado…
Quiero emocionarme al descubrir la luz del tren al final del sendero…
Quiero aromas picantes a yerbabuena, romero, salvia, menta y lavanda… Quiero aromas frescos a naranjos, ciruelos, a damascos, almendros y limoneros… Quiero aromas ásperos a malvones y crisantemos y aromas impactantes a margaritas, tilos y rosas…
Quiero el tímido y dulce aroma de las violetas que asoman…
Quiero plantas plantas plantas y flores plantas y flores y todo el verdor la frescura y el colorido de las plantas y de las flores… El aroma envolvente de las caléndulas. De la albahaca. De las fresias. Quiero animales amados y alegres… Tigres, pumas, gatos, panteras… Soy propiamente felina y adoro a los felinos… Son bellos, sabios, intuitivos… Lo saben todo: aunque no lo digan… Y nos aman con locura… …si con locura los amamos a ellos…
Quiero recorrer nuevos caminos… Ignorar adónde me lleven… Ignorar, a veces, hacia dónde me dirijo… Perderme en recodos y en hondonadas… Pero retomar siempre el rumbo… Mi fin.? Mi misión.? Mi objetivo.? El proyecto de mi vida.? “Distraerme” un poco en el camino: con lo que valga la pena… Y seguir luego. Seguir siempre. Erguida, entera, con mi cruz a cuestas pero fortalecida y renovada. Siempre. Jamás vencida. Con la luz que me alumbra y me ilumina…
Con la luz dorada que me inunda… Con el azul el violeta el fucsia el verde el rosa y el amarillo que me inundan… Con el resplandor de los seres amados jamás olvidados…
Con el resplandor quizás, de algún nuevo amor…
Quiero ir creciendo… Siempre crecer y mejorar… Como persona. Como mujer. Como madre y abuela. Como docente. Como escritora y soñadora. Como creadora. Como ser humano femenino y total.
Quiero vivir el hoy. Ni el ayer ni el mañana: sólo el hoy… Lo único que aún tengo: el día de hoy. Servirme de la experiencia del ayer… y proyectarme, sí, hacia el mañana. Pero vivir intensamente el hoy: atenta, despierta… Con las ventanas abiertas de par en par…
Cerrar puertas. Dejar ir… lo que tenga que irse. Pero abrir de par en par las ventanas… Para recibir todo lo nuevo y bueno que se acerca…
Quiero fogatas… Amores. Niños felices. Pueblos en paz. Quiero colibríes… Oír trinar al benteveo… Pájaros. Un regocijo de alondras… Mariposas. Luciérnagas. Flamencos. Grullas. Jilgueros. Ríos. Arroyos. Lagos. Charcos. Estanques. Cascadas. Fuentes. Veleros. Muelles. Quietud. Susurros. Magia. Tarde. Estío. Valles. Niebla. Alba. Crepúsculo. Ocaso. Garzas. Noche estrellada. Plenilunio. Árboles. Flores. Plantas. Hiedras. Retamas. Gatos. Gatos. Gatos. Viento. Campo. Mieses. Mansas lloviznas. Prados. Flores silvestres. Sierras. Mar en calma. Remanso. Vertiente. Caracoles. Algas. Estrellas de mar. Hipocampos. Ágatas. Turquesas y esmeraldas. Cristal. Aguamarina. Zafiro. Manglar. Golfos. Bahías. Ensenadas. Arrecifes. Arrecifes de coral. Pumas. Jaguares. Leopardos. Fogatas… Llamaradas… de ilusión de pasión de sueños de ideas sonidos formas colores y palabras…
Vida. Latidos. Nidos de amor y comprensión. La luz del sol. El arrullo de las torcazas. La frescura de la lluvia. El brillo de la luna. Rocío. Vergel. Bruma. Halos resplandecientes. Leños encendidos. Miles de hojas en los parques y en las plazas… Manantiales y fuentes. Sendas agrestes. Cuestas. Cerros. Bosques. Jardines. Hierba. Huertos. Costas acantiladas. Peñascos. Espuma. Ribera. Tierra mojada. Arena húmeda. Huellas. Auroras. Infinitas auroras. Brisa leve. Nubes viajeras. Labradores en sus arados. Cielos abiertos. Sendas perdidas. Puentes. Pasarelas. Libros. Pizarrones. Cines. Teatros. Bibliotecas y Galerías. Museos y Escuelas. Iglesias. Columnas. Menhires. Arcos y Templos. Arte. Internet. Ciencia. Tecnología.
Amaneceres de esperanza…
Quiero aire. Sutil, puro, etéreo, fresco y ligero aire.
Quiero acercarme a LA LUZ - al SENDERO DE LA LUZ - a LA FUENTE DE LUZ.